Hoy hablamos de los tres tipos de crianza que asumen los padres comúnmente. Las diferentes formas de crianza facilitaran o dificultaran la presencia de problemas conductuales y emocionales en los hijos. ¿Qué impacto tiene tu forma de tratarl@ a su autoestima?

LOS PADRES AUTORITARIOS
Controlan el comportamiento de sus hijos. Lo que más valoran es la obediencia incondicional. Imponen normas de disciplina sin tomar muy en cuenta la edad del niño y castigan de forma enérgica sin dar explicación alguna.
No toman en cuenta los sentimientos del niño, minimizan las emociones del niño y los acontecimientos que condujeron a la emoción. Por ejemplo si el niño está triste se le dice con frecuencia “No actúes como un bebé” o “Pareces una niña cuando lloras”.
Pueden ser muy críticos o severos con el niño, siendo sobreexigentes, si las nota es un 8, se le dice «¿Por qué no sacaste un 10?»
Efecto sobre los hijos
Como no son tomados en cuenta, los niños aprenden que sus sentimientos no son importantes o no son los correctos. Por lo que fácilmente con el tiempo terminarán reprimiendo o negando sus sentimientos..
Recibir una crianza autoritaria también propicia que puedan presentar baja autoestima y dificultades para tomar decisiones por miedo al fracaso o a equivocarse.
En frente a la autoridad, pueden ser o bien muy rebeldes (oposicionistas), por el exceso de presión de los padres, o bien demasiado sumisos (miedosos). Pueden ser socialmente fríos, distantes o agresivos con niños de su edad.
LOS PADRES PERMISIVOS
Aceptan libremente toda expresión emocional por parte de su hijo. Advierten la disciplina pero no la cumplen ni fijan límites. No castigan ni controlan al niño.
No ayudan a los hijos a resolver problemas. Tienden a darle todo hecho al niño y muestran preocupación o nerviosismo cuando el niño hace algo sin ayuda o supervisión.
Efecto sobre los hijos
No aprenden a regular sus emociones. Socialmente pueden ser retraídos y no tener suficientes habilidades.
Suelen ser niños inmaduros no pueden calmarse a sí mismos cuando están enojados, tristes o ansiosos. Se muestran inseguros o se sienten incapaces para enfrentar retos por sí mismos.
Al no haber aprendido que son los límites, pueden tender a ser desobedientes.
LOS PADRES DEMOCRÁTICOS
Prestan atención a sus problemas y los escuchan atentamente. Enseñan y fomentan unas buenas capacidades resolutivas. Buscan y toman en cuenta su opinión. Respetan las emociones de los hijos sin juzgarlas.
Argumentan sus decisiones dando razones lógicas, sin necesidad de castigo físico ni con amenazas constantes. Ponen límites claros, avisando de las consecuencias que habrán si hay esa conducta negativa. Son firmes y cumplen el castigo que han advertido.
Toman en cuenta los elementos positivos que hay en la conducta de sus hijas, destacando sus esfuerzos y logros, ignorando pequeños errores y, en definitiva, potenciando las capacidades del niño.
Efecto sobre los hijos
Suelen mostrar mejor rendimiento escolar, dado que reciben tiempo y dedicación de sus padres para realizar las tareas y aclarar dudas. Además, se sienten recompensados por esas conductas buenas, lo que facilitará que se repitan.
Son niños seguros de sí mismos, con una adecuada autoestima y competentes socialmente. Toman decisiones de acuerdo a los que le convienen o desean obtener. Muestran ser niños independientes con elevado autocontrol, capaces de tolerar la frustración, manejar errores y deficiencias.

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