La solución es el problema

¿Cuántas veces hemos pensado que si conseguimos controlar aquello que nos hace daño el problema desaparecerá? ¿Qué si estamos estresados o tenemos ansiedad y vamos a una clase de yoga saldremos más tranquilos? ¿Qué si nos machacamos en el gimnasio todo aquello que nos preocupa se hará más pequeño?…

Si bien es cierto que todo eso puede actuar como distractor en un momento específico, los intentos de controlar sentimientos, sensaciones o estados de ánimo que no nos resultan agradables tienden a convertirse en un círculo vicioso. Pues esa sensación podrá desaparecer por un periodo corto de tiempo, pero volverá. Y esa incapacidad de control te hará sentir más frustración, que puede convertirse en ansiedad, y así empieza la rueda.

Entonces, ¿qué hacer cuando me siento angustiado, frustrado o absorto en pensamientos negativos? Una de las terapias actuales, llamada Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) defiende que debemos dejar de intentar reducir, evitar, eliminar o controlar los pensamientos y sentimientos dolorosos. En su lugar debemos intentar reducir su impacto e influencia sobre el comportamiento. No se trata de juzgar si esos pensamientos son verdaderos o falsos. Tampoco de resignarnos. Se trata de lo que sucede si dejas que ese pensamiento afecte en las decisiones que tomas o dicte lo que haces. No queremos descartar ni desatender nuestros pensamientos sino responder a ellos con apertura y flexibilidad.

 Y… ¿cómo se consigue eso?

Cultivando la flexibilidad psicológica, que consiste en la capacidad de actuar con atención, guiados por nuestros valores, y dejando atrás toda esa rigidez mental que nos hace estar anclados en pensamientos o evitando afrontarlos. 

Para llegar a conseguir esa ansiada flexibilidad psicológica debemos trabajar sobre seis puntos esenciales y, como todo, requiere mucha práctica. En algunos casos será de ayuda un psicólogo profesional que nos acompañe en el camino.

A continuación te explicamos cada uno de esos seis puntos y junto a ellos unas preguntas que pueden hacerte reflexionar sobre qué comportamientos disfuncionales puedes estar teniendo que te alejan de tus objetivos y te impiden avanzar.

  • CONTACTO CON EL MOMENTO PRESENTE: Prestar atención al mundo que nos rodea de manera consciente y al mundo psicológico interno.  Pregúntate: ¿Estoy distraído, desconectado de mis sentimientos y pensamientos? ¿Me cuesta focalizarme en las tareas del día a día?
  • DEFUSIÓN: Ser capaces de separarnos de nuestros pensamientos y observarlos como simples palabras o imágenes. Pregúntate: ¿Qué pensamientos y sentimientos me preocupan y me enganchan? ¿Qué reglas inflexibles tengo sobre cómo debería ser yo, los demás o las cosas? ¿Qué ideas sobre mi autoconcepto me limitan (» no soy capaz de..», »no me merezco..»)?
  • ACEPTACIÓN: Abrirnos y dejar espacio a todo eso que nos resulta desagradable (pensamientos, recuerdos, emociones, impulsos, sensaciones,…) Pregúntate: ¿Qué situaciones o personas evitas? ¿Qué sigues posponiendo para más tarde?
  • EL YO CÓMO CONTEXTO:  Separar nuestro yo pensante de nuestro yo observador.  Pregúntate: ¿Paso mucho tiempo perdido en mi cabeza preocupándome en exceso, obsesionado, viviendo en el pasado?
  • VALORES: Tener claro qué es lo que de verdad importa. Es lo que nos guiará en nuestras acciones diarias.
    Pregúntate: ¿Tengo claros mis valores? ¿He perdido el contacto con mis valores?
  • ACCIÓN COMPROMETIDA: Tener claros nuestro valores y realizar acciones tanto físicas como psicológicas alineadas con éstos. 
    Pregúntate: ¿Qué estoy haciendo a día de hoy que contribuye a que mi vida sea peor, que me impide crecer y daña mis relaciones?

Como conclusión a esta introducción sobre el mundo de la Aceptación y Compromiso, recalcamos que todo intento de evitar sentimientos dolorosos acaba resultando ineficaz a largo plazo y todo vuelve multiplicado. Tratar de poner «parches» a sensaciones que no queremos atender o sentir resulta muy negativo a largo plazo. Te animamos a que trabajes en todos los aspectos base del ACT y compruebes cómo cultivar la flexibilidad psicológica te direcciona a vivir una vida plena de significado.

de Andrea Rosario Sanchez

Deja un comentario