Cómo nos pueden manipular con teorías de la conspiración

No ha sido (ni es) fácil mantener una buena salud mental en tiempos de pandemia. Sumado al peligro del virus y las restricciones que han condicionado nuestra vida diaria, para ciertas personas puede resultar frustrante ver que hay gente que piensa que el coronavirus no existe y todo forma parte de un complot para controlar a las masas y establecer un nuevo orden mundial. ¿Cómo se extienden tan rápidamente este tipo de creencias?

Existen muchos factores, uno de ellos es que algunos grupos utilizan técnicas de manipulación propias de grupos coercitivos – comúnmente llamados “sectas” – para extender su mensaje. Veamos cuáles son:

Control de la información

Paradójicamente, la primera de ellas y la que más salta a la vista es la manipulación de la información, de la que tanto acusan a los medios de comunicación. Se dice que la televisión manipula y que la “caja tonta” es “el verdadero virus”, y con eso lo que se consigue es generar un rechazo a toda información que no interese y contradiga sus teorías.

Como la prensa escrita también es percibida como manipuladora, Internet queda como única fuente de información. Ante la censura de bulos y contenidos no contrastados por parte de Facebook o Twitter, algunos grupos han pasado a utilizar aplicaciones de mensajería que tienen menos control sobre lo que se comparte como Telegram (entre otras).

Si se consigue que una persona no pueda consultar cierta información y se le dice que sólo existe una “Verdad” (porque el resto son «mentiras de los poderosos para que hagamos lo que quieren»), se está limitando su capacidad para pensar libremente y de manera crítica, empujándola sutilmente a aceptar cosas sin reflexionar.

Distorsión del lenguaje

Otro aspecto que se manipula es el lenguaje, dando un significado nuevo a algunas palabras para crear estereotipos y dividir la realidad en términos de blanco y negro. Quizás el ejemplo más claro es que muchas de las personas que creen en estas teorías se autodefinen como “despiertas”, mientras que el resto estamos “dormidos” o somos «ovejas».

Rechazo al exterior y glorificación del grupo

Gracias a usar un lenguaje reduccionista, pensar en términos de buenos o malos es casi automático. Esto puede llevar a rechazar o incluso condenar todo aquél que no piense como el grupo. Así se refuerza el pensamiento de que sólo los que forman parte de este movimiento conocen lo que realmente está pasando.

Generar aislamiento

Inevitablemente, cuando este pensamiento de “buenos contra malos” va creciendo lleva a la siguiente estrategia usada por sectas: generar aislamiento en los miembros. Y por aislamiento no nos referimos a ir a vivir a una comuna en el monte alejados de la sociedad, sino a reducir la comunicación con familiares y amigos que no comparten nuestras creencias.

En estos casos, cualquiera que se oponga o cuestione las ideas del grupo es visto como manipulado o ignorante de la Verdad. Es posible que la persona se centre en intentar convencer de la conspiración a toda costa a sus seres queridos. Si no lo consigue se pueden generar conflictos, que el grupo usará para justificar que sólo ellos pueden entenderle y no vale la pena tener tanto contacto con sus familiares y amistades «dormidas».

Deteriorando así la relación con la red de apoyo de la persona, el grupo queda como una fuente importante de apoyo y validación, lo que puede ir alimentando una dependencia emocional. Dicha dependencia conllevará mayor tiempo invertido consumiendo contenido que soporte las teorías de la conspiración, consolidando el adoctrinamiento.

Abuso emocional

Si dentro de un grupo alguien expresa dudas o desacuerdo con lo que el resto piensa y se le responde con humillaciones, desprecio o rechazo, se está llevando a cabo un abuso emocional. Esa invalidación puede llevar a la persona a sentirse culpable y aceptar sin criticar lo que el resto dice para evitar ser atacado o ridiculizado. El abuso puede ser aparentemente sutil con comentarios como “sigues sin despertar del todo” o “tus vibraciones aún no son lo bastante altas para entender esto”, pero no por ello menos efectivo.

Combinando estas estrategias, se va reconstruyendo poco a poco el pasado de la persona para que crea que antes estaba perdida y ahora ha descubierto algo que le ha “abierto los ojos”, provocando cambios en su identidad. Se puede dar un un cambio drástico en su manera de pensar, siendo difícil hablar con ella sobre ciertos temas sin que se ponga a la defensiva.

Así es como alguien que no desconfiaba especialmente de la ciencia y la medicina, tenía libertad para poner en duda las cosas y formarse una opinión propia (en definitiva, pensar por su cuenta) pasa a parecer otra persona.

¿Cómo prevenir la manipulación?

  • Revisando las fuentes de la información que consumimos.
  • Siendo críticos con lo que leemos y vemos.
  • Siendo conscientes de que no hay explicaciones ni soluciones fáciles a situaciones/problemas complejos.
  • Estando al tanto de titulares o noticias muy emocionales diseñados para captar la atención.
  • No compartiendo información de la que no estamos seguros.
  • Respetando a las personas con opiniones distintas a la propia.

Disclaimer: en este artículo no se pretende imponer ninguna idea, ni discriminar, atacar u ofender a quienes no estén de acuerdo con el autor.

de Oscar Wu Salmeron

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