Últimamente puedes notar cómo en ciertos momentos del día todo parece una mierda, hablando claro. Que si crisis sanitaria, crisis política, crisis económica, institucional… ni el Barça se salva. Y llegamos a otoño y puede que nuestra preocupación no acompañe a la bajada de temperaturas.
Puede ser que aún te sientas con una acumulación de tensión, preocupaciones y malestar. Ante eso espero que una cosa no esté en crisis, el uso de los conocimientos que nos ofrece la psicología para mantener un estado mental saludable. Entre lo que más puede ayudar sin duda se encuentra el Mindfulness.
Entre un estímulo y una respuesta hay un espacio, un espacio en el que reside nuestra capacidad por decidir como responder y en nuestra respuesta reside nuestro crecimiento, nuestra libertad
VIKTOR E. FRANKL
en «El hombre en busca del sentido»
¿Si nos pasamos mentalmente gran parte del día en modo «resolución de problemas» no estamos en esencia ausentes de lo que tenemos delante? Nuestra conciencia no está en lo que realmente está pasando en aquel momento, en el aquí y ahora. En Mindfulness se habla de 3 sistemas emocionales principales:

Como puedes imaginar, el sistema de amenaza y defensa se enfoca en mantener nuestra seguridad. Es el modo en que nos protegemos, mantenemos el control y nos preparamos para huir o luchar. En este sistema puedes sentir inseguridad, ansiedad y miedo. Aquí tienen un papel muy importante las hormonas de la adrenalina y el cortisol.
Cuando nos ponemos en modo «ir a por todas» aparece el sistema de incentivo y búsqueda. Su objetivo es pasar a la acción, conseguir metas, superar retos, competiciones; asumir el éxito. Eres una persona activa, motivada, con energía. En este sistema aparece la dopamina.
A diferencia de los anteriores, en el sistema de calma y satisfacción no se trata de hacer nada. Simplemente de estar. Este modo se centra en cuidarnos, tratarnos con amabilidad, empatía y calidez. La oxitocina y la endorfina son las hormonas con un papel importante en cuanto a sentirnos satisfechos, seguros, calmados y con confianza.
No digo que abandones ninguno de los tres sistemas. Los tres son necesarios y útiles, al igual que las emociones desagradables y la aceptación de su vivencia. Hoy hablamos precisamente de esto para reflexionar entorno a cómo interactúan estos tres sistemas en nosotros. ¿Se encuentran en el equilibrio que necesitas? A pesar de la actualidad.
-Y ya me está diciendo el psicólogo este que me pase una hora en silencio para «meditar»…¿Cuándo? Si no tengo tiempo.
-Si, si…ya lo sé.
Antes de que me respondas interiormente con que no puedes…no anticipes como estoy haciendo yo ahora con tu reacción. ¿Te lavas los dientes? ¿Caminas? ¿Utilizas algún transporte? ¿Comes? ¿Tomas alguna bebida? ¿Cocinas? Quiero pensar que como ser vivo haces estas cosas y que, por tanto, dispones de un montón de ocasiones para meditar informalmente. Ahora solo hace falta pensar qué actividad diaria escoges para y si le darás una oportunidad al modo «conciencia llena». En tu respuesta reside la libertad.
de Robert Cotonat Gracia