¿Has sentido alguna vez que cuesta que fluyan las palabras? Que es difícil encontrar las palabras que definan tus emociones, que den respuesta a la simple pregunta de cómo estás.
No es tarea fácil, incluso para los adultos. Ahora imagina las habilidades de los más pequeños de la casa para poder identificar, comprender y manejar sus emociones, aún en desarrollo.
Por eso puede ser difícil saber realmente cómo esta tu hijo/a o hermano/a menor. En edades tempranas la persona realiza un proceso de autodescubrimiento y de formación de la identidad. Durante esa etapa de desarrollo, aún se está conociendo y puede ser realmente difícil tratar de expresar con palabras sus emociones y sentimientos.
Para facilitar la creación de un espacio de apoyo emocional y de escucha activa, hoy hablamos de una actividad que, además de muy entretenida, os ayudará a hablar y entender mejor a los pequeños de la casa.

Se trata de la creación de un cuento. Se lo puedes plantear como una forma de pasar tiempo juntos y a la vez poner en marcha vuestra creatividad. Si además es una persona a la que le encantan los cuentos, leer y escuchar historias antes de ir a dormir, ya tienes mucho ganado.
Lo primero que se le indica al niño o niña es que el protagonista de la historia debe ser un animal. La otra consigna es que tiene que tener estas tres frases:
- Érase una vez…
- Y cuándo creció…
- Y al final lo que ocurrió fue…
En la versión original, Cuento del animal (O’Hearne, 1997; adaptación de Lizeretti, 2009), dan unos 15 minutos aproximadamente. Pero no es necesario poner límites de tiempo.
Esta técnica, procedente del Análisis Transaccional junto al modelo de Terapia basada en Inteligencia Emocional, se ha convertido en una útil herramienta para el desarrollo de las habilidades de comprensión emocional.

Una vez concluido el proceso de creación del cuento, puedes ayudarte de estas preguntas para analizar y reflexionar con tu hijo o hija. Adaptando el lenguaje y las formas a su edad e idiosincrasia.
- Con qué personaje del cuento se identifica
- Qué rol asume su personaje en la historia
- Qué otro tipo de personajes le rodean
- Cuál es el problema a solucionar
- Cómo acaba el protagonista
- Qué hace para lograrlo

Las preguntas propuestas son a modo de ejemplo, podéis indagar otros aspectos que os llamen la atención o creáis que os pueden ser útiles para el propósito de la actividad: hablar de emociones.
Anímate al momento creativo y de expresión emocional.
Espero que puedas ponerlo en práctica. Da rienda suelta a la creatividad, al pequeño creador de historias que llevas dentro. También a tu escucha activa, aprovecha el momento para comprender qué puede estar queriendo decir tu hijo/a o hermano/a. Puedes trabajar las emociones con la ayuda de los personajes y su historia.
Estaré encantado de escuchar vuestras experiencias.
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