Recibimos muchos inputs sobre la lucha, la resistencia y el no parar hasta conseguir un objetivo. Y está muy bien, puesto que es la manera de conseguir que algunos de nuestros sueños se hagan realidad.
Pero la vida no es lineal y por tanto no tenemos que ser rígidos, sino flexibles, como los juncos.
Cada unx de nosotrxs tenemos que ser capaces de valorar cada situación en particular y plantearnos:
¿Estoy siguiendo el camino correcto?
Quizás no se trata de abandonar aquel proyecto o idea, sino de reflexionar sobre la manera en cómo lo intentamos conseguir.
Probar nuevas alternativas, medios o maneras nos puede acercar a aquello que deseamos. Como dice el refrán: «Todos los caminos llevan a Roma». Podemos probar uno que sea menos pedregoso.
Si aun así vemos que no podemos acceder, no pasa nada. No somos infalibles. Hay más factores que uno mismo que determinan los acontecimientos que vivimos.
Ha llegado el momento de ser sinceros con nosotros mismos, objetivos con la situación en la que nos encontramos y valientes para soltar.
Y recuerda, dejar de invertir energía en aquello que no prospera te permite dirigirla allá donde puedes obtener grandes cosas.
de Sílvia Raset Vilaplana
BUENAMENTE 